Después de muchas semanas viviendo sumergido en unas sombras compartidas con pequeños flashes, comienzo por fin, a ver una luz. Ni está cerca ni la veo muy clara pero abre una puerta a la esperanza. Tengo un largo recorrido que, a paso de tortuga coja, voy recorriendo día a día. Un imán muy potente me impide avanzar más deprisa y, si me descuido, lo avanzado en varios días lo puedo perder en minutos.
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6 comentarios:
querido amigo gracias por pasar por mi blog, no había estado en el tuyo pero me parece interesante, continuaré visitándote
un abrazo
hay chico no olvides que en caminos de oscuridad siempre puede haber flashazos...oara bien o para mal....
entiendo de lo que hablas...pues me ha pasado...muchas veces...
besines... :)
Santiago, muchas gracias.
Sauvignona, intentaré seguir avanzando.
Si la luz no va a Mahoma, el va hacia la luz ¿No es asi?
Creo que no...
No
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