Real como la vida misma

Un señor que va en coche y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle:- ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado a las 14:00 con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro. - Claro que sí - le contesta-. Se encuentra usted en un coche, a unos 7 Km del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 30 de longitud oeste. - Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche. - Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado? - Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es técnicamente correcto, pero prácticamente inútil. Continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información. - Es usted jefe, ¿verdad? -pregunta el de la calle. - En efecto -responde orgulloso el del coche-, ¿cómo lo ha sabido? - Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de encontrarnos y preguntarme. Pero ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía.

4 comentarios:

Isold dijo...

Asi son los jefes,le tendría que haber dicho, que se comprase un tontón.

Franziska dijo...

Ah, esto es muy bueno.
Lo que ocurre es que la gente normal no es así de retorcida y ayuda siempre que puede, especialmente, cuando la ayuda que dan no les cuesta dinero ni perder demasiado tiempo.

Anónimo dijo...

Un poquito rebuscado pero así es.

Jaime Riba dijo...

holaaaa! que tal? muy original el blog! ^^ me gusta mucho! como podras ver ya te sigo! espero verte por mi blog comentando y tb espero que me sigas! :) besos! me pasaré más a menudo! =D chao!

Jaime